domingo, 10 de mayo de 2015

EL SINDROME DE ESTOCOLMO

  
Patricia Hearst durante el atraco protagonizado por el SLA en el Banco Hibernia.

El 23 de agosto de 1973, Jan Erik Olsson (un presidiario de permiso) intentó asaltar el Kreditbanken (Banco de Crédito) en Norrmalmstorg, en el centro de Estocolmo, Suecia. Sin embargo, al ser alertada la policía, dos oficiales llegaron de forma casi inmediata. Olsson hirió a uno de ellos, pero con la policia rodeándolo debió atrincherarse dentro del edificio y comenzar las negociaciones. En el banco había tomado cuatro rehenes (tres mujeres y un hombre, todos empleados del banco) y exigió que en rescate se le engtregaran tres millones de coronas suecas, un vehículo y dos armas.Además de entre sus exigencias estaba que le trajeran a Clark Olofsson, un criminal amigo suyo que en ese momento cumplía una condena.

Durante los siguients cinco días que duró el cautiverio, varios fueron los contactos que se realizaron desde la presidencia del gobierno con el captor. El propio Olof Palme, primer ministro del país, recibió dos llamadas. La primera por parte de Olsson y su compañero en la que se le advertía de que matarían a los rehenes en caso de no ser satisfechas sus peticiones. Durante su cautiverio, una de las rehenes afirmó: «No me asusta Clark ni su compañero; me asusta la policía». Y tras su liberación, Kristin Enmark, otra de las rehenes, declaró: «Confío plenamente en él, viajaría por todo el mundo con él», en una reacción psicológica más tarde bautizada  como el "síndrome de Estocolmo". El tercer día, Olsson amenazó con matar a los rehenes si la policía intentaba un ataque con gas y les colocó en el cuello una especie de lazo de modo que se estrangulasen en el caso de un ataque de gas
A los seis días del robo fallido, el 28 de agosto la policía decidió usar gases lacrimógenos y tras media hora los atracadores se rindieron. Nadie resultó físicamente herido.

El psiquiatra Nils Bejerot, asesor de la policía sueca durante el asalto acuñó el término de Síndrome de Estocolmo para referirse a la reacción de los rehenes ante su cautiverio, en donde los criminales son defendidos por las víctimas. En alguna parte leí que una de las rehenes quedó enamorada de Olsson, de quien no encuentro descripción alguna para ver si no la mujer se fijaria más en su personalidad para verse atraída.


La atenta definición de la Wikipedia nos dice que "El síndrome de Estocolmo es una reacción psicológica en la que la víctima de un secuestro, violación o retención en contra de su voluntad, desarrolla una relación de complicidad y de un fuerte vínculo afectivo, con quien la ha secuestrado. Principalmente se debe a que malinterpretan la ausencia de violencia contra su persona como un acto de humanidad por parte del secuestrador. Según datos de la Federal Bureau of Investigation (FBI), alrededor del 27 % de las víctimas de 4700 secuestros y asedios recogidos en su base de datos experimentan esta reacción. Las víctimas que experimentan el síndrome muestran típicamente dos tipos de reacción ante la situación: por una parte, tienen sentimientos positivos hacia sus secuestradores. mientras que, por otra parte, muestran miedo e ira contra las autoridades policiales. A la vez, los propios secuestradores muestran sentimientos positivos hacia los rehenes."

Pero el caso del banco de Estocolmo no es el único que se ha producido. En 1974, Patricia Hearst, nieta del magnate de la comunicación, William Randolph Hearst, fue secuestrada por el Ejército Simbionés de Liberación (SLA). Tras donar la familia seis millones de dólares a la organización terrorista, no se supo más de la joven. Dos meses más tarde fue fotografiada, rifle de asalto en mano, durante un atraco del SLA a un banco. Se había unido a la organización y cambiado su nombre por el de Tania.
El criminólogo Nils Bejerot expone que este síndrome es más común en personas que han sido víctimas de algún tipo de abuso, como rehenes, miembros de sectas, niños abusados psíquicamente, víctimas de incesto o prisioneros de guerra o campos de concentración. La cooperación entre el rehén o víctima y el autor se debe en gran parte a que ambos comparten el objetivo común de salir ilesos del incidente. El nulo control sobre la situación por parte del secuestrado le lleva, al parecer, a intentar cumplir los deseos de sus captores que, por otro lado, se presentan como los únicos que pueden evitar una trágica escalada de los hechos. De esta manera, se produce una identificación de la víctima con las motivaciones del autor del delito y un agradecimiento al captor que, en ocasiones, lleva situaciones extremas.


fuentes:
http://www.muyinteresante.es/salud/preguntas-respuestas/ique-es-el-sindrome-de-estocolmo
http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_Estocolmo
http://es.wikipedia.org/wiki/Robo_de_Norrmalmstorg
http://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/tag/jan-erik-olsson/